lunes, 3 de agosto de 2009

EL AQUÍ Y AHORA DEL PUBLICISTA



Teniendo en cuenta los cambios que ha sufrido el mundo desde sus orígenes, cada aspecto ya sea cultural, religioso, etc. Son parte fundamental de lo que es hoy en día un publicista y lo más importante como desarrolla su profesión.


El publicista, debe tener la capacidad de manejar las nuevas tecnologías existentes a su conveniencia, a la conveniencia del contexto en la cual se desenvuelve. El poseer aquella “sabiduría popular” heredada de nuestros antepasados es el puente para aportar una visión fresca y actual a la sociedad de consumo a la cual nos estamos enfrentando día a día.


El persuadir a las personas de manera creativa y contundente, implica conocer al público al que le estamos ofreciendo un producto, servicio o idea. Con este conocimiento previo ya tenemos una base más clara de la cual partir, para saber cuál sería la forma más adecuada de llegar al mismo.

Anteriormente se consideraba a la publicidad un simple arte, pero con el paso de los años, hemos llegado a crear un concepto más claro y preciso de lo que es en realidad, ante todo un método de comunicación, el cual varía dependiendo de la psicología (comportamiento, actitud, motivaciones), los valores, las tradiciones, los aspectos económicos, el nivel de educación, y las creencias que presenten un determinado grupo de personas a las cuales va dirigida cierta clase de publicidad, es decir que no se debe aplicar el mismo método para todo el mundo.


En nuestro país que es derivado de la gigantesca cultura precolombina, ya tiene más o menos un patrón, el cual es necesario estudiar para que la publicidad que se aplique sea positiva y que por consiguiente se recoja lo que se espera.

De lo contrario, si pasamos por alto todo este tipo de variables, la reacción causada, nunca será igual a la que se espera tener.

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